¿Una startup puede participar en contratos públicos?
Pues claro que sí, una startup puede meterse al mundo de los contratos públicos. O sea, no hay una ley que diga “prohibido para novatos”, pero sí tienes que saber moverte por ese laberinto de papeleo y requisitos. No es como abrir una tiendita en línea y esperar que lleguen los clientes, aquí hay que entenderle al rollo de las licitaciones y a cómo funcionan los trámites del gobierno.
En pocas palabras, la contratación pública es como el gobierno y sus instituciones saliendo de compras, ya sea para comprar cosas, servicios o trabajos. Y sí, hay muchísimas reglas, porque la idea es que todo sea transparente y nadie se lleve dinero bajo la mesa. Tampoco es que sea un reality show de competencia, pero casi: todos quieren quedarse con el mejor trato.
Ahora, si eres una startup y quieres entrarle, primero tienes que estar en regla. Nada de ser “empresa fantasma” o andar con deudas fiscales. Necesitas tu acta de constitución, tus papeles al día, tu RFC, y cero problemas con el SAT (o con quien sea en tu país). Básicamente, el gobierno quiere saber que no te vas a desaparecer a la mitad del contrato.
Pero eso no es todo. Tienes que probar que puedes con el paquete. Si nunca has hecho algo parecido, te van a mirar feo. Necesitas mostrar experiencia (aunque sea poquita), un equipo decente, y suficiente lana para aguantar el proyecto. O sea, nada de prometer el cielo y quedarte sin gasolina a medio camino.
Ya con eso, puedes empezar a buscar licitaciones. Hay páginas oficiales (tipo BOE en España, DOF en México, lo que toque en tu país) y hasta servicios que te avisan cuando sale algo bueno. No esperes que te caigan en el correo como si fueran newsletters, hay que estar cazando todo el tiempo.
Cuando veas una que te late, toca armar la propuesta. Y aquí sí no hay margen para la flojera: tienes que detallar cómo vas a cumplir, cuánto te vas a tardar, cuánto cobras, y por qué eres la mejor opción. Si mandas algo genérico, ni lo van a leer.
El mundo de las licitaciones es peleado, no te voy a mentir. Todas las empresas quieren su pedazo del pastel, así que tienes que destacar. A veces hasta conviene hacer equipo con otra empresa, para que juntos sean más fuertes (o al menos parezcan más grandes).
En fin, entrarle al sector público no es tarea fácil, pero para una startup puede ser EL trampolín. Si te preparas, entiendes bien el proceso y no le tienes miedo al papeleo, puedes terminar llevándote contratos que te pongan en el mapa. Nada mal, ¿no?