¿Se puede seguir el procedimiento mientras se resuelve el recurso?
Vale, vamos a hablar claro: el tema de si una licitación pública sigue adelante mientras hay un recurso pendiente puede parecer un rollo legal, pero tiene más miga de la que parece. No todo es blanco o negro, y aunque la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) pone unas reglas sobre la mesa, la realidad es que cada caso es su mundo y, a veces, los tribunales hacen lo suyo y cambian el cuento.
Mira, según el famoso artículo 44 de la LCSP, presentar un recurso especial no para la licitación de golpe y porrazo. O sea, no es como pulsar el botón de pausa en Netflix. Pero ojo, porque si el órgano que resuelve el recurso piensa que seguir puede liarla parda y causar un daño serio al que ha recurrido, pues sí que puede parar todo el chiringuito… pero tienen que decidirlo rápido, en cinco días, nada de eternizarse.
Así que, ¿puede seguir la licitación mientras hay recurso? Pues sí, perfectamente. Pero también puede que la paren, depende de cómo lo vean los que mandan en el asunto. La ley no es de piedra y deja margen para adaptarse a cada situación. Flexibilidad, le llaman.
Ahora, si eres empresa y te estás planteando recurrir, mejor que vayas bien acompañado. Aquí no vale improvisar ni tirar de tutoriales de YouTube. Hay que saber lo que se hace, tener a alguien que controle el tema y pueda aconsejarte con cabeza. Los expertos en contratos públicos existen para algo, no para lucir el título en LinkedIn.
Y por favor, no vayas a presentar un recurso por las risas o porque “total, por probar…”. Tiene que estar bien armado, con argumentos que se sostengan. Si vas con recursos flojos o inventados, te lo tumban en cero coma y encima te quedas retratado para futuras licitaciones. Mala jugada.
En resumen, para los que buscan la respuesta rápida: sí, la licitación puede seguir mientras se resuelve un recurso, pero depende de si el órgano decide suspenderla. No hay garantías, así que más vale estar bien asesorado, no jugársela con recursos absurdos, y tener claro que recurrir no es sinónimo de que todo se pare. Esto es España, amigo, y aquí las cosas nunca son tan sencillas como parecen.