¿Se puede automatizar la presentación de ofertas?

Mira, automatizar todo el rollo de presentar ofertas para licitaciones públicas está de moda, y no es para menos. Las empresas buscan rascar cada minuto y euro posible, y si hay una forma de hacer el trámite menos doloroso, adelante. Pero ojo, que esto tampoco es tan simple como apretar un botón y listo. Si te lanzas a automatizar sin cabeza, la puedes liar bien gorda, porque cada licitación tiene su propia lista de requisitos y papeleo absurdo que, si te lo saltas, adiós oferta.

Hay programas y software por ahí que te echan una mano, sí. Algunos te ayudan a armar los documentos, otros hasta te avisan cuando sale una licitación que te podría interesar. Bastante práctico, la verdad. No tienes que estar todo el día pegado al BOE con los ojos enrojecidos buscando oportunidades. Pero, no te emociones: el software no es tu hada madrina. Los detalles siguen importando un montón, y más vale que alguien con dos dedos de frente revise todo antes de darle a “enviar”.

Y, por si fuera poco, está el tema legal. Cada país —incluso cada ciudad, a veces— tiene su propia jungla de leyes y reglamentos sobre cómo presentar ofertas, qué información meter, y hasta el formato del archivo. Si la automatización no está ajustada a ese nivel de detalle, te puedes meter en un lío legal que ni Perry Mason te saca. Así de claro.

¿SEO? Pues sí, también cuenta. No es solo para influencers y tiendas online. Si usas las palabras clave correctas en tus documentos y procesos, tienes más chance de que tu oferta llegue a quien tiene que llegar. No te vas a volver viral, pero al menos no pasas desapercibido entre el montón de empresas que compiten por lo mismo.

Resumiendo: automatizar está guay y te ahorra dolores de cabeza, pero no es magia. Hay que hacerlo con cabeza, ojo legal, y siempre dejando hueco para que alguien revise todo con lupa. Porque, seamos sinceros, confiarle todo a un bot puede salir muy caro… y no precisamente en bitcoins.