¿Qué requisitos técnicos debe cumplir una oferta en sede electrónica?

Presentar una oferta en una licitación pública por sede electrónica… bueno, parece sencillo, pero ojo, porque tiene sus trucos. No es solo subir un PDF y ya está. Si te pasas de listo y te saltas un paso, te quedas fuera antes de decir “licitación”.

Primero, lo de la firma electrónica. No basta con cualquier garabato digital, eh. Necesitas un certificado digital de esos que están reconocidos por la administración que convoca la movida. ¿Por qué? Porque sin eso, ni siquiera van a mirar tu oferta. Y no sirve uno caducado ni el que te bajaste pirata. Tiene que ser el bueno, el oficial. Además, la firma tiene que ser de las avanzadas, esas que pueden decir exactamente quién eres y chivarse si alguien toca el documento después.

Luego está el tema de los formatos. Normalmente te piden PDF, pero a veces se ponen creativos y quieren Word, Excel, o vete tú a saber. Si envías el archivo en el formato que no toca, ni se molestan en abrirlo. Así que, ya sabes, lee bien el pliego, porque nadie quiere que su oferta acabe en la papelera del escritorio por un despiste.

Y hablando de papeles, más vale que no te falte ni uno. Normalmente necesitas el proyecto técnico, planos, estudios, informes, y todas esas cosas que piden en el pliego. Todo bien etiquetadito, ordenado y listo para que el funcionario de turno no tenga que buscarlo como si fuera un tesoro escondido.

El reloj tampoco perdona. La fecha y hora de entrega son sagradas. La sede electrónica suele poner el sello de entrada automáticamente, pero si te confías y subes la oferta a las 12:01 cuando el plazo cerraba a las 12:00… pues a llorar a otra parte. La responsabilidad es tuya.

Y, por si fuera poco, no te olvides de toda la normativa: protección de datos, reglas de contratación pública, y demás letra pequeña que nadie lee pero que luego te puede dejar fuera del juego. No te arriesgues a una sanción por pasarte de listo.

En fin, que si quieres que tu oferta pase el corte, asegúrate de firmar con el certificado correcto, usar el formato adecuado, meter todos los papeles, enviarlo a tiempo y cumplir con la legalidad. Fácil no es, pero tampoco es física cuántica. Sólo hay que estar atento y no confiarse.