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¿Qué es una oferta variante?

Presentación Ofertas

Vale, te lo explico sin tanto rollo formal. Una oferta variante (o alternativa, que es lo mismo) es básicamente cuando una empresa, en vez de limitarse a lo que pide el gobierno en una licitación pública, dice: “Oye, y si lo hacemos de otra manera, que igual sale mejor o más barato?”. No es que manden una propuesta aparte, sino que, junto a la oferta principal, meten esta especie de “plan B” que tiene que cumplir, sí o sí, con los requisitos mínimos del concurso.

La gracia de todo esto es que las empresas pueden lucirse: proponen ideas nuevas, soluciones más chulas, o tecnologías distintas que probablemente ni se le habían ocurrido a los que escribieron el pliego. Eso, al final, ayuda a que el proceso sea menos aburrido y más competitivo, y a veces la administración acaba pillando algo mejor de lo que esperaba.

Eso sí, ojo: no siempre te dejan presentar estas variantes. Depende de lo que ponga el pliego. Hay concursos donde sí, te dan vía libre, y otros donde ni sueñes con mandar algo diferente. Y si te dejan, las reglas tienen que estar claritas desde el principio—nada de improvisar sobre la marcha, que luego vienen los líos.

Tema leyes, pues claro, hay que mirarlas. Cada país tiene su movida, aunque, por ejemplo, en la Unión Europea sí que está permitido (Directiva 2014/24/UE, por si te mola el rollo normativo), pero siempre cumpliendo ciertas condiciones. No es llegar y besar el santo.

Un punto clave: la variante tiene que aportar algo de verdad. No basta con cambiar cuatro detalles para que parezca diferente. Si no cumple los mínimos o no mejora la cosa, ni te molestes, que la van a tirar a la basura.

Otra cosa: preparar una variante suele ser un curro extra. La evaluación es más enredada que la de la oferta básica, así que conviene currárselo bien, explicarlo clarito y justificarlo todo, porque si no, ni se lo miran.

Así que, resumiendo: las ofertas variantes pueden ser una carta buenísima para las empresas que van a concursos públicos, siempre que sepan las reglas del juego y presenten algo que realmente valga la pena. Si lo hacen bien, pueden hasta sorprender a la administración y llevarse el gato al agua. Pero no te saltes las normas, que aquí no hay margen para el despiste.

Marta Jiménez

Marta Jiménez

Experta en contratación pública • Transformación digital de licitaciones • Formadora y autora en Tendios

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