¿Es motivo de exclusión usar un formato distinto al exigido?
Sí, mira, si te saltas el formato que te piden en una licitación pública, básicamente te estás cavando tu propia tumba. O sea, las reglas no están ahí para decorar. El rollo de las licitaciones públicas es súper legalista y, créeme, no se andan con vueltas: si dicen que el archivo tiene que ser PDF con letra Times New Roman 12 y doble espacio, pues más te vale que lo entregues así y no en Comic Sans en un .docx, porque te mandan directo al archivo muerto.
Toda esa cosa del formato no es solo porque sean unos obsesivos del orden (que sí lo son, pero bueno), sino porque necesitan comparar propuestas sin andar adivinando dónde empieza o termina cada cosa. Imagínate el caos si cada quien manda lo que se le da la gana: uno en Excel, otro en papel reciclado, el otro en jeroglíficos… sería imposible revisarlo.
Aparte, seguir el formato demuestra que tienes dos dedos de frente y sabes obedecer instrucciones, que en estos procesos vale oro. No es que seas el genio de la lámpara, pero por lo menos sabes leer, ¿no?
Si te pasas el formato por el arco del triunfo, te pueden sacar del proceso sin pestañear. A veces es automático, otras veces la entidad puede hacerse la vista gorda si le caes bien o si el error no es grave, pero en general no te arriesgues, porque hay gente esperando que metas la pata para quedarse con tu lugar.
Y ojo, que no importa si tu propuesta es la mejor del mundo. Si no seguiste el formato, bye bye. Es como llegar a una boda en pijama: aunque seas el alma de la fiesta, igual te sacan.
Mi consejo: lee TODO con lupa, sigue las instrucciones tal cual, y si tienes alguna duda, pregunta antes de entregar nada. Mejor parecer intenso que quedar fuera por una tontería. Así, por lo menos, si pierdes, no será por un error de primaria.