¿Cómo identificar licitaciones con alto retorno?
Si una empresa quiere encontrar licitaciones públicas que realmente valgan la pena, tiene que ponerse las pilas y mirar más allá del simple “¡Uy, qué contrato tan grande!”. O sea, sí, el dinero importa, pero no es lo único en juego. Hay que analizar varias cosas: desde el tamaño del contrato, hasta cuánta gente está compitiendo, si de verdad hay margen para ganar algo decente, y si, honestamente, el negocio encaja con lo que la empresa sabe hacer.
Primero lo obvio: si la licitación es millonaria, claro que llama la atención. Pero ojo, que no todo lo que brilla es oro. A veces el contrato es gigante, pero la competencia está salvaje o los costos se disparan y terminas trabajando casi de gratis. Así que, antes de lanzarse de cabeza, hay que ver si la empresa tiene chance real de cumplir con lo que piden y, más importante aún, de sacar algo bueno de ahí.
El rollo de la competencia también pesa. Si hay demasiados jugadores, las probabilidades de ganar bajan un montón. Lo ideal es cazar esas oportunidades donde no hay demasiada pelea, pero tampoco son tan raras de encontrar si sabes dónde buscar y si te tomas el trabajo de espiar un poco a la competencia: ¿quiénes son?, ¿qué tan duros son?, ¿dónde cojean? Todo suma.
Y bueno, lo de la rentabilidad… aquí no hay mucha ciencia, pero sí honestidad brutal: ¿cuánto cuesta cumplir ese contrato? Sueldos, materiales, logística, hasta el café para el equipo. Si al final de todo eso no queda un margen decente, mejor ni te metas.
Ahora, el tema que siempre se pasa por alto: ¿ese contrato realmente tiene algo que ver con lo que la empresa domina? Porque de nada sirve ganar una licitación si luego vas a sufrir cumpliéndola o, peor aún, si terminas perdiendo plata. Hay que buscar oportunidades que encajen de verdad con la estrategia de la empresa y que no te saquen de tu zona de expertise.
Y si te importa el SEO (porque todo cuenta), mete en tu web palabras clave como “licitaciones públicas”, “contratación pública”, “proceso de licitación”, “valor del contrato”, “competencia en licitaciones”, “rentabilidad”, “estrategia de licitación” y demás. No es magia, pero ayuda a que te encuentren.
En fin, si quieres que tu empresa gane licitaciones que realmente sumen, no te quedes solo mirando el tamaño del contrato. Haz los números, estudia la competencia, asegúrate de que hay margen de ganancia, y no te salgas de lo que sabes hacer bien. No es fácil, pero si lo haces bien, el crecimiento viene solo.
